Tomado de Opinion
“Mientras te preocupes por lo que otros piensan de ti, les perteneces.” Neale Donald Walsch
(Tomado del Aprendiendo de los mejores 2)
Soy un fiel creyente de que siendo seres integrales, necesitamos atender todas las necesidades de nuestra vida, necesidades tanto físicas, emocionales como espirituales. La raíz de la compasión es sin duda la empatía, pero empatía sin acción social es un mero compromiso.
Por experiencia de vida pienso que nuestra razón de ser debe descansar en nuestra oferta de valor para los demás. En qué puedo hacer yo para que la vida de otra persona pueda ser mejor. Cual pudiera ser mi aportación a su vida, como puedo cubrir alguna de sus necesidades, como puedo enseñarle a que su día a día sea más fácil y hasta más divertido. El maestro Daniel Goleman dice y cito;
“Para poder conectar con los demás es necesario un mínimo de sosiego interno.” Y continua diciendo; “el requisito para llegar a controlar las emociones de los demás, para llegar a dominar el arte de las relaciones, consiste en el desarrollo de dos habilidades emocionales fundamentales; el autocontrol y la empatía.”
Nuestras habilidades interpersonales descansan sobre nuestra capacidad de autocontrol y empatía. Usted y yo no podremos desarrollar relaciones interpersonales sólidas, sin antes conocer cómo debo manejar mis emociones y desarrollar un excelente autocontrol de ellas. Mucho menos podremos ser socialmente desarrollados, si no somos capaces de dejar la comodidad de nuestra posición y movernos a la dura experiencia de mi prójimo. Cuando carecemos de estas dos habilidades aun siendo intelectualmente brillantes, podríamos incluso convertirnos en personas arrogantes, insensibles y hasta no deseadas por muchos.
Mi querido amigo, la vida se trata de relaciones, de todo tipo de relaciones. Por medio de las relaciones podemos trabajar nuestros planes de desarrollo personal y profesional. Para desarrollar una marca personal, o para demostrar nuestra capacidad de liderazgo necesitamos antes haber desarrollado habilidades sociales. Son estas habilidades las que nos permitirán motivar, inspirar, influir y persuadir a quienes nos rodean. En resumen, para ser emocionalmente inteligentes, necesitamos desarrollar habilidades sociales.
Para no rayar en conceptos muy técnicos y mantenernos con los pies bien puestos en el suelo, solo les compartiré que se han identificado cuatro habilidades las cuales se consideran como los elementos que componen la inteligencia emocional y estos son; organización de grupos, negociar soluciones, conexiones personales y el análisis social. Podríamos hablar de ellas en detalle en otra ocasión. Ahora bien el conjunto de estas habilidades es lo que los expertos consideran como la materia prima de la inteligencia interpersonal.
Pero, ¿qué es la inteligencia interpersonal? Fácil, hablamos de esa gente que usted y yo conocemos y que al final de compartir con ellas decimos una expresión como algo así;
“me encanta compartir con ella o con él, porque siempre tiene un tema interesante para compartir, me encanta como se expresa, siempre es tan motivador e inspirador cuando compartirnos, es que es un tipo de líder innato. Y en ocasiones podríamos incluso escuchar decir de ellos algo como; “sabes que, es que tiene un no sé qué y un qué se yo, que me encanta compartir donde este.”
Ser inteligentemente social sin lugar a dudas nos colocara en una posición ventajosa, porque nos permitirá generalmente causar una excelente primera impresión. Hace un momento hablábamos que la vida se trata de relaciones y relaciones de todo tipo, pues causar una excelente primera impresión, te colocara en primera fila cuando la o las personas piensen en establecer una relación con usted. Una relación sentimental, social o laboral, así que sin duda alguna necesitamos de la inteligencia social para completar nuestro desarrollo personal y profesional.
Pero, ¿cómo logramos convertirnos en gente socialmente inteligente? Lo podemos hacer por medio del control de nuestras emociones (no reprimir emociones, pero si controlarlas). Me refiero a controlar esa subidita de ceja, ese levantamiento del mentón, ese fruncir el ceño, y hasta esa virada sutil de labios.
“La empatía y las habilidades sociales son inteligencia social, la parte interpersonal de la inteligencia emocional. Por eso se parecen.” Daniel Goleman.
Cuando se es socialmente inteligente tenemos la capacidad de percibir de forma rápida las reacciones de los demás, y de inmediato trabajamos con un plan para el manejo de esas emociones. Un buen ejemplo podría ser, cuando usted está hablando de un tema de política, religión o preferencias sexuales y nadie a su alrededor hace ningún tipo de comentario, evidentemente es tiempo de concluir con el tema y seleccionar uno que le permita captar nuevamente la atención de su público.
Hay un concepto que no quisiera dejar de mencionar, y es el concepto de los “camaleones sociales”. Yo tengo mi propia definición, pero en esta ocasión prefiero la de los expertos. Para los expertos, un camaleón social son aquellos campeones en causar una buena impresión siempre a todos. Como la mayoría sabrá los camaleones simplemente se disfrazan de los que sea necesario para encajar o ser aceptados. Son esos seres que con cada persona que hablan tienen una versión totalmente diferente de ellos.
Uno de los principales referentes en este tema lo es el conocido psicólogo social Mark Snyder de la Universidad de Minnesotta. Snyder es experto en el estudio de esta necesidad universal por ser socialmente aceptados. Un aspecto interesante que nos revela en primer lugar, es que los camaleones sociales son personas tremendamente infelices. Y es que sin lugar a dudas solo tenemos que imaginarnos una vida que tiene que obligarse a sí mismo a ser como los demás esperan que él sea y nunca como le gustaría ser a él en realidad.
A estos camaleones se les puede ver en todas partes, tanto en nuestra vida personal, social y laboral. Los puedes encontrar en el amor, esos y esas que parecen ser tan y tan buenos que sabes que sabes que reales no son. Los puedes encontrar en el ámbito social, y hoy sobre todo en las redes sociales, donde aparentan llevar unas vidas que están a años luz de lo que su vida real es. Y por supuesto lo encontramos en el área laboral, donde van de escritorio en escritorio explorando el ambiente para decidir quién podría ser el potencial ganador y apostarle a él, solo para al final obtener un beneficio personal. A estos últimos yo les llamo las zorras que pueden hacer perder toda una cosecha.
Y por favor no tratemos de jugar a los perfectos, cada uno de nosotros en algún momento hemos sido camaleones sociales para ajustarnos al entorno en el que nos encontramos. Pero de lo que estamos hablando no es precisamente de nuestra capacidad de adaptación y de encajar en diferentes foros. Los camaleones sociales de los que hablamos son aquellos que sé que se acostumbran a pensar y sentir algo, pero al final hacer todo lo contrario a lo que su corazón y sus principios le dictan.
Personalmente amo las jirafas, me parecen animales tan estilizados, tan imponentes y sobre todo tan únicos. Las machas de las jirafas son las que les hacen ser totalmente únicas, no existen dos con las mismas marcas en su piel. La vida se trata de vivir orgullosos de nuestras marcas y exhibirlas como evidencia de nuestra autenticidad y nuestras experiencias de vida.
MI querido amigo, en esta vida o somos o no somos. Pero no podemos ser aquello que los demás quieran que seamos, o lo que los demás necesitan que seamos para poder pertenecer a sus grupos. La autenticidad es una de las más hermosas cualidades de cualquier ser humano.
“El gran descubrimiento de mi generación es que los seres humanos pueden cambiar sus vidas al cambiar sus actitudes mentales.” William James. Stephen R. Covey.
Ser socialmente inteligentes, no nos exige convertirnos en otra cosa, por el contrario cuando somos socialmente inteligentes, demostramos que nuestra esencia es lo que nos permite ser únicos, y al mismo tiempo tener la capacidad de formar parte de cualquier grupo social. Esto nos permite de igual forma proveer siempre una oferta de valor para todos, procurando con nuestro comportamiento y ejemplo, hacer que la vida de otros sea una mucho más hermosa.
La aprobación social (camaleón social) nunca nos llevara a desarrollar vidas socialmente inteligentes. Demostramos que somos socialmente inteligentes por medio del servir, el amar, el proteger, el respetar, el valorar y el aceptar. Todas ellas nos llevaran por la ruta hacia un desarrollo de habilidades sociales incalculables.
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Recuerda que la vida se trata de; “Hasta donde quieras llegar”.
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